Texto: Alberto Nájar / Foto: Ximena Natera
El mismo día de su elección como presidente de México,
Andrés Manuel López Obrador dijo que heredaba un país con serios problemas.
Una crisis distinta a las tradicionales, si cabe el término,
porque no se limitaba a dificultades económicas.
El 1 de diciembre de 2018 México enfrentaba la mayor ola de
violencia desde la Guerra Cristera (1928-1932).
La economía vivía un período de incertidumbre por el
incierto destino del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN),
que el presidente de Estados Unidos Donald Trump obligó a renegociar.
Al mismo tiempo a la frontera sur llegaron miles de
migrantes de Centroamérica y otras regiones, quienes emprendieron su camino al
sur de una forma distinta a la de años anteriores: entraron a México en
caravanas.
Las señales anticipaban un proceso difícil, no solamente por
el perfil del nuevo presidente, sino por la férrea oposición de algunos
empresarios, políticos, académicos, medios de comunicación y no pocos
intelectuales que sintieron amenazado su modus operandi.
Al final los pronósticos se cumplieron. En sus primeros 12
meses de gobierno, López Obrador ha enfrentado episodios complejos que con
cualquier otro presidente hubieran transitado con menos problemas.
Pero cada uno de ellos encontró una inusual resonancia en
redes de internet y medios tradicionales, al grado que algunos se convirtieron
en tormentas políticas.
Por otro lado, el presidente logró aterrizar todas las
reformas legislativas que prometió en campaña, como la creación de la guardia
nacional, ley de austeridad, las consultas, y recientemente, la revocación de
mandato; también hizo pactos con los empresarios y arrancó sus programas
sociales de apoyo a personas de la tercera edad, jóvenes, y personas con
discapacidad.
Un año de claroscuros donde lo mismo hay decisiones
polémicas, que acciones de gobierno con respaldo hasta de los críticos.
Aquí una bitácora de esos momentos que, de una u otra
manera, sacudieron los primeros 12 meses del primer gobierno emanado de un
movimiento de izquierda en la historia de México.
1) Aeropuerto, el inicio
Desde la campaña electoral, López Obrador advirtió que
cancelaría la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM),
en el lecho del Lago de Texcoco.
Era la obra pública más grande de las últimas décadas en el
país, y una de las más importantes del mundo.
La decisión fue severamente criticada, pero después de una
consulta nacional en octubre de 2018 el plan se concretó.
Desde entonces se anunció el proyecto de establecer un
sistema de aeropuertos en el centro del país para sustituir al NAIM. La parte
central de la estrategia es un aeropuerto internacional en la Base Aérea
Militar de Santa Lucía.
La obra se retrasó casi medio año por las acciones legales
del colectivo No Más Derroches, que interpuso 150 amparos de todo tipo para
frenarla.
Al final los procesos fueron desechados, y el 17 de octubre
empezó la construcción.
Cuando anunció el arranque de las obras, López Obrador envió
un mensaje a los opositores: “Tengan para que aprendan”, dijo.
2) Tlahuelilpan,
tragedia y huachicol
Una de las primeras acciones del nuevo gobierno fue combatir
el robo de combustibles, que según datos oficiales representaban al Estado la
pérdida de 60 mil millones de pesos al año.
La estrategia fue cerrar las válvulas en cuatro de los 13
oleoductos de Petróleos Mexicanos (Pemex).
El objetivo era frenar a las bandas de huachicoleros, como
se conoce a los ladrones de combustibles.
Pero eso dejó sin abastecimiento a decenas de ciudades en
los estados de México, Michoacán, Guanajuato, Aguascalientes, Jalisco,
Querétaro y Tamaulipas.
La decisión, de nuevo, desató una tormenta en redes de
internet y medios tradicionales, que encontraron combustible para sus críticas
con la explosión de una toma clandestina de gasolina en Tlahuelilpan, Hidalgo.
El accidente causó la muerte a 135 personas y heridas a
decenas más. López Obrador reconoce que ha sido el episodio más doloroso en lo
que va de su gobierno.
Oficialmente la estrategia contra huachicol dio resultado.
En su primer informe de gobierno el presidente dijo que el robo de
combustible se redujo en 95%.
3) Culiacán y masacre a
los LeBarón: la violencia imparable
El 1 de diciembre de 2018 López Obrador recibió al país con
la mayor ola de violencia desde la Guerra Cristera, que terminó en 1932.
Más de 36 mil personas fueron asesinadas con violencia según
datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (Inegi).
En lo que va de este año la cifra es mayor a 29 mil y de
mantenerse la tendencia podría superar el récord anterior.
Detrás de los números no sólo está la guerra contra el
narcotráfico, como en años anteriores, sino que ahora también se suma la
violencia por bandas de robo de combustible, extorsión, secuestro o tráfico de
personas, por ejemplo.
Para combatir a la inseguridad el gobierno estableció una
estrategia diferente a la de gobiernos anteriores, que privilegiaron las
operaciones militares.
El nuevo plan contempla atacar las causas de la delincuencia
con programas de becas y empleo a jóvenes, así como un amplio programa contra
adicciones.
También se creó la Guardia Nacional (GN), formada por
policías militares y navales, para sustituir a la Policía Federal.
En los primeros meses la estrategia sólo pareció contener
algunos delitos. Pero en el último trimestre se presentaron dos crisis que
sacudieron al gobierno.
El 17 de octubre el Ejército y la GN trataron de detener en
Culiacán a Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
La operación desató una violenta reacción del Cartel de
Sinaloa. Cientos de sicarios bloquearon las calles de la ciudad, tomaron como
rehenes a una veintena de soldados y atacaron edificios donde viven familias de
militares.
El Gabinete de Seguridad decidió liberar a Guzmán López, lo
que desató una intensa ola de críticas.
Días después, el 4 de noviembre, un grupo armado atacó los
vehículos en que viajaban miembros de la familia LeBarón, integrantes de la
comunidad mormona que vive en el norte de México.
Nueve personas murieron, entre ellas seis menores de edad.
El impacto de la masacre rebasó las fronteras. El presidente Donald Trump de
Estados Unidos amenazó con clasificar como terroristas a los carteles mexicanos
de narcotráfico.
El incidente diplomático será el invitado incómodo en los
festejos por el primer aniversario del gobierno de López Obrador.
4) Migración, aranceles
y la amenaza de Trump
Otro de los problemas con que amaneció el nuevo gobierno fue
el éxodo de miles de personas procedes de Centroamérica y otras regiones,
quienes cruzaron la frontera sur en numerosas caravanas con la idea de llegar a
Estados Unidos.
Al principio López Obrador ofreció permisos de residencia y
empleo a los migrantes. Pero en pocos meses cambió la estrategia.
En junio pasado Donald Trump amenazó con imponer aranceles
de 5% a las importaciones mexicanas, si no se reducía significativamente la
cantidad de personas que cruzan irregularmente su frontera.
Para evitar la sanción el gobierno mexicano desplegó a seis
mil elementos de la GN para controlar el flujo de personas.
También aceptó albergar en su territorio a miles de
migrantes que esperan una resolución de asilo en cortes estadounidenses. La
polémica estrategia pareció funcionar.
De acuerdo con el secretario de Relaciones Exteriores,
Marcelo Ebrard, la cantidad de personas en situación migratoria irregular pasó
de 144 mil 278 en mayo pasado, a 63 mil 755 en septiembre pasado.
Trump felicitó al gobierno mexicano.
5) ¿Crecer o no crecer?
El dilema económico
El número que persigue al gobierno de López Obrador es
0.01%. Representa el porcentaje de crecimiento promedio en el Producto Interno
Bruto (PIB) según el Inegi.
Los críticos lo definen como una recesión. Para los
especialistas es, técnicamente, una desaceleración o en el mejor de los casos,
una economía estancada.
AMLO dice que no le preocupa. En su proyecto económico las
estadísticas pesan menos que la distribución de recursos a la población, crear
empleos y mejorar el entorno de las comunidades.
Un modelo que define en su nuevo libro como Economía Moral,
y donde el combate a la corrupción y el contacto con el pueblo son
fundamentales.
La idea ha sido avalada por empresarios como Carlos Slim
quien también dice que el porcentaje de crecimiento económico no es lo más
relevante.
En todo caso existen razones para el pobre desempeño del
PIB. Por un lado existe una tendencia global a la baja inversión, y un complejo
entorno económico por la disputa comercial de Estados Unidos con China, y la
incertidumbre por el futuro del Brexit en Reino Unido.
A nivel interno la razón se llama “Austeridad Republicana”,
que con la cancelación de contratos de servicios y obra pública junto con el
poco ejercicio del presupuesto afectó a una economía históricamente dependiente
del gasto público.
En este tema, y en los otros que han marcado sus primeros
doce meses como presidente, López Obrador pidió un año más de plazo para dar
resultados.
Muchos piden cambios, de funcionarios y de estrategias. En
este primer aniversario, habrá que ver a dónde se inclina la necesaria
reflexión.
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