En México no se repara el daño, sólo se castiga culpables, critica Betancourt


*Son ridículas, las multas contra acosadores, señala el abogado *Se relaja en el Grupo Aca y hasta pide boda entre “Josefina y José Luis” *Hasta un “beso” quería “robarle” a Melquiades Olmedo *¡Cállense!” les dice a los siempre distraídos acasocios

José de la Paz Pérez

En México los acosadores son “castigados” con una sanción muy ridícula  (la más severa alcanza los 400 días de salario mínimo) y por eso será difícil erradicarla, señaló el abogado Eduardo López Betancourt, quien lamentó que México ocupe el primer lugar en bullying en el mundo.
El catedrático dijo que quienes cometen este tipo de faltas y son llevados a la justicia incluso se ríen de las sanciones que les imponen, y contó el caso de un personaje que pagó el doble de la multa porque, aseguró, iba a seguir cometiendo el acoso contra su víctima.
Consideró que si el castigo es severo, por ejemplo retirando de las aulas a un maestro que comete acoso contra alumnos, bajaría el índice de este tipo de acciones, igual con los patrones que abusan de sus empleadas o jefes de oficinas contra subalternos.
López Betancourt criticó una vez más que en México sólo se castiga –aunque ligeramente- a quien comete algún tipo de abuso en contra de otra persona pero que no se repara el daño que sufre la víctima; ésta nunca recibe una indemnización, y el Estado sí obtiene un bien monetario mediante la multa aplicada.
Cuando se repare el daño a la víctima, cambiará la perspectiva de las leyes, sentenció.
Al asistir como invitado al Grupo Aca –del cual forma parte- el también escritor disertó sobre el tema “Hostigamiento y acoso en general, laboral y sexual”, tema al que los acasocios no le pusieron atención al principio, por lo que el ponente les tuvo que hablar con voz fuerte y firme: “¡Guarden silencio por favor!”
Comenzó su participación alabando la labor del gobernador, Héctor Astudillo Flores; también se refirió al ex alcalde porteño Alberto López Rosas, de quien dijo, fue su discípulo en la Facultad de Derecho, muy destacado por cierto, al grado tal que recordó que al concluir el año que duró su materia, no merecía un 10 de calificación, sino una más alta, de excelencia, dijo.
Entre anécdotas, López Betancourt mostró su lado ameno, con lo que hizo sonreír y reír a los presentes, sobre todo cuando expresó que estaba a punto de darle un beso a Melquiadas Montes, el presidente en turno del Grupo Aca, pero que al final se arrepintió.
Y ya en “modo romántico”, dio a conocer que uno de sus ideales era que se casaran los acasocios “José Luis y Josefina” (no dijo sus apellidos, pero eran obvios), y manifestó su deseo de quedarse a vivir en Acapulco, ya que ha viajado por el mundo pero nunca ha encontrado un lugar como el llamado Paraíso de América.

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