José de la Paz Pérez
No obstante que en la Época de Oro de Acapulco no existían los fines de semana largo, pues estos fueron establecidos en el gobierno de Vicente Fox Quezada (el 17 de enero del 2006 en el Diario Oficial de la Federación se publicó el decreto del Congreso que reformaba el artículo 74 de la Ley Federal del Trabajo para modificar los días inhábiles), la propuesta de su eliminación ha causado diversas reacciones entre la población en general, y en particular entre la comunidad política y empresarial.
Al respecto, la coordinación regional zona Centro-Sur de la Asociación Nacional de Consejos Empresariales Regionales (ANCER), pidieron al presidente, Andrés Manuel López Obrador, reconsiderar su propuesta de eliminar los fines de semana largos "o en su defecto, encontrar juntos las fórmulas adecuadas para compensar los millones de pesos de derrama económica, tanto para las empresas como para sus trabajadores, que se perderían con esta acción".
Sin embargo, se manifestaron a favor de conmemorar los hechos históricos del país en los días oficiales con el objetivo de preservar la memoria y promover la conciencia histórica entre los mexicanos, de acuerdo a lo expresado por el coordinador regional Joaquín Badillo Escamilla.
El también presidente del Consejo Coordinador Empresarial en Guerrero (CCE), manifestó su respaldo al presidente López Obrador en el sentido de "apoyar al gobierno de México en todas aquellas políticas que tiendan a mejorar el entramado social y la cultura cívica entre sus habitantes, y nos sumamos a todas las acciones que no afecten el dinamismo económico y la operación de las empresas", expresado en una misiva de la ANCER.
En ésta, los empresarios advierten "la grave preocupación que ha ocasionado entre nuestros representados la idea de eliminar los fines de semana largos, por las afectaciones económicas que podrían derivar en distintos sectores tales como el turístico, restaurantero, comercial y de servicios, al perder la importante derrama económica generada durante estas fechas, la cual se estima en más de 28 mil millones de pesos tan sólo en el sector turístico”.
Los empresarios expresaron que entre los daños colaterales que podría generar esta medida están “los costos que ocasionaría a distintas industrias detener sus líneas de producción durante sólo un día de asueto entre semana, y después de 24 horas reiniciar operaciones".
"Hoy México requiere generar los incentivos y la certidumbre necesarios para promover un mayor número de inversiones y actividades productivas, comerciales y de servicios, en todo el territorio nacional, que nos permitan retomar el crecimiento económico y alcanzar los objetivos planteados para el presente sexenio", se lee en la carta enviada al presidente de México.