José de la Paz Pérez
El escándalo de los espectaculares en donde se promociona la figura de Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros quien, a pesar de ser hijo y nieto de dos reconocidos luchadores sociales, hasta hace pocos años era un desconocido en Guerrero, se debate entre las acusaciones de sus detractores por hacer campaña anticipada y el deslinde del aludido de la ostentosa publicidad.
Aquí alguien está equivocado o alguien está mintiendo.
Vamos a partir de la justificación que han esgrimido las revistas emergentes que en otros tiempos han tenido que salir en defensa de sus políticos patrocinadores: los espectaculares forman parte de una estrategia para promocionar o posicionar el medio de comunicación.
La explicación pareciera válida, pero con el tiempo ha dejado de ser la salida perfecta cuando comienzan los ataques sobre campaña anticipada o gastos ostentosos, y aquí está la clave: ¿por qué estas revistas no hacen campaña publicitaria destacando en la portada un reportaje de interés colectivo?, ¿no sería más rentable para la imagen del medio?
La respuesta es sencilla: los reportajes no pagan 20 mil pesos –o más- por espectacular, pero un aspirante a alcalde de Acapulco o a gobernador del estado, sí. Por eso siempre surgen esas campañas de promoción con un político en grandes anuncios diciendo cualquier cosa sin trascendencia y, lo más revelador: en tiempos electorales.
Por eso es que el secretario general en funciones de presidente de Morena de Guerrero, Marcial Rodríguez Saldaña, demandó al ex delegado federal retirar los espectaculares porque se considera campaña anticipada, a lo que el aludido se negó, y argumentó lo que todos han argumentado: que nada tiene que ver con la política de difusión de la revista 99 Grados.
Amílcar le ha dicho al dirigente de su partido que en todo caso la solicitud la haga a la propia revista que es la que decide promocionar incluso portadas que aún no salen a la circulación siquiera de manera virtual, ya que en el portal 99grados.mx apenas aparece el número 83, con la imagen del diputado Marco Antonio Cabada, a quien no se le podría cuestionar la publicidad porque tiene presupuesto para esos gastos como legislador, aunque sin duda negará haber pagado sus espectaculares, que también los tiene.
La del ex delegado es la edición 84 y aun sin salir ya provocó controversia.
Seguramente la revista en cuestión no tendrá registro alguno sobre los pagos de publicidad que revele el gasto excesivo del que se acusa hoy a Pablo Amílcar, lo que sugiere que los pagos se pudieron hacer en efectivo, lo que sería aún más grave para la figura del aludido, pero eso es asunto de las autoridades fiscalizadoras y es tema aparte.
Si alguien tiene dinero y puede pagar la publicidad en espectaculares, lo puede hacer sin dudas, el problema es cuando se hace en la ilegalidad por el afán de ser conocido o reconocido.
Hay muchos personajes que han estado en portada de 99 Grados: Javier Saldaña, el rector de la Uagro; Héctor Astudillo, el gobernador; Julián López, Julieta Fernández, Jondalar Castillo, Adela Román, Zeferino Gómez, Gandhi Cabañas, entre otros. Pero insistimos, ninguna noticia en portada, cuando se supone que ésta es la materia prima de todo medio de comunicación.
El ex delegado Pablo Amílcar es considerado por sus seguidores como el hombre más puro, políticamente hablando, y el que podría dar seguimiento al proyecto de la 4T en Guerrero; sin embargo, tras la aparición de espectaculares con su rostro en todo el estado está siendo muy cuestionada su honorabilidad, su honestidad y su austeridad, porque se trata de un gasto que no se puede ocultar.
La figura que crecía, podría haber alcanzado su cima, y ya sabemos lo que sigue luego de estar ahí; urge una investigación que deje limpio al ex súper delegado o que revele un rostro que algunos electores hoy aseguran conocer.