Foto: Raúl Sendic García Estrada |
*Claro que no, “no tengo experiencia en robar ni en mentir”, responde a sus contrincantes *“Deslíndense ustedes de la corrupción” reta a quienes le piden deslinde de Félix *Mujeres, jóvenes y grupos indígenas, suman votos a su candidatura *Quien gana un debate no es el mejor, ni gana precisamente una elección
José de la Paz Pérez
En la tercera semana del arranque de campaña de Evelyn Salgado Pineda (sus contrincantes llevan dos meses más) se ha inyectado una nueva dinámica a este proceso electoral; se ha despertado un interés inusitado en el papel protagónico que “La Torita” tomó en sustitución de su padre, Félix Salgado Macedonio.
El fenómeno mediático se ve cada día en los portales web, en donde las noticias relacionadas a la candidata son mucho más vistas que las de los demás candidatos, algunos que ya se cansaron de repetir las promesas que anteriormente no han cumplido, o aquellos que quieren inventar el “hilo negro”.
También las redes sociales han convertido en un fenómeno a la abanderada de Morena, en donde cada día y a todas horas le manifiestan su apoyo.
Mujeres, jóvenes, adultos mayores, el sector indígena, entre otros, se han volcado a favor de aquella a la que ven como una nueva esperanza, fresca, con fuerza suficiente para encabezar un gobierno dinámico, humano y, sobre todo, encaminado a implementar la Cuarta Transformación en Guerrero.
Lo más destacado de este fenómeno llamado Evelyn es que su popularidad ha ido creciendo: sin lonas, sin anuncios espectaculares, sin inversión en los medios de comunicación, sin repartir despensas, sin playeras ni gorras con su publicidad.
Sus contrincantes no hubieran sobrevivido con el 15 por ciento que ostentan sin este tipo de herramientas y grandes inversiones de dinero.
Por eso La Torita se considera ya un fenómeno mediático.
Para sus contrincantes se trata de sólo una jovencita sin experiencia, o como dijo el defenestrado ex gobernador –por el caso aún no resuelto de los 43 de Ayotzinapa- Ángel Aguirre Rivero: “no sabe lo que es la gobernanza”, palabras más, palabras menos.
También le han criticado que Félix no se le despega en la campaña, y le han pedido que se deslinde de él como si fuera el “toro del mal”.
A estas denostaciones, la “inexperta” Torita de inmediato “pintó” que no es ninguna “guacha maniada”, y ya les ha respondido, de manera respetuosa pero contundente: no se va a deslindar de su padre a quien admira y de quien se siente orgullosa.
“¿Por qué no se deslindan ustedes de la corrupción que encabezan y de todo el mal que le han hecho y quieren seguir haciendo a Guerrero?”, les contestó, palabras más, palabras menos.
|
¿Y a qué llama Ángel Aguirre conocer de gobernanza? ¿Es saber de gobernanza salir por la puerta trasera de un gobierno cuestionado por una administración de despilfarros en donde no había el mínimo orden? ¿Saber de gobernanza es cuando en su gobierno desaparecen 43 estudiantes y mueren asesinados otros más sin que hasta la fecha se haya resuelto el caso y no diga esta boca es mía?
Por cierto, la semana pasada se sumaron a Evelyn sobrevivientes y familias de esos 43 normalistas, quienes culparon a Ángel Aguirre de lo sucedido y, al verlo acompañando al candidato del PRI-PRD, se unen a Morena para hacer un frente que evite la continuidad de estos gobiernos que mantienen a los sectores vulnerables en el olvido.
¿Y por qué se va a deslindar de su padre, o de su madre María de Jesús Pineda, doña Chuy, como le dicen de cariño? Otros candidatos se hacen acompañar de sus respectivas familias y, entonces, ¿cuál es la diferencia? ¿Por qué ella no puede y los demás sí? Evelyn no tiene la culpa de tener un papá querido por miles de guerrerenses, y eso no es delito.
A las críticas de que no tiene experiencia, La Torita les ha contestado puntualmente que, en efecto, no tiene experiencia en robar y en mentir, como sí la tienen sus contrincantes quienes hoy temen perder frente a una mujer, y lo peor: que es jovencita y que de la noche a la mañana representa los sueños de miles de guerrerenses.
La de Evelyn es una campaña distinta a las demás: aquí hay convicción, hay espontaneidad cuando vitorean a su candidata; a donde llega, la llenan de regalos hechos por manos de artesanos locales, en su mayoría indígenas, y lo hacen de corazón, eso se ve, eso se siente en el ambiente.
En sus giras no se da instrucción a líderes para juntarles gente, no les pagan por acarrear, mucho menos los tienen sometidos porque de lo contrario no habrá paga; la gente llega por sus propios medios y porque así lo desean; van a ver su candidata con gusto.
A donde llega Evelyn el pueblo lo toma como día de fiesta.
Aquí no hay regalos ni limosnas parta quienes asisten, ni algún tipo de despilfarros, aunque diga el INE que ya había gastado un millón de pesos antes de iniciar campaña.
Aquí hay austeridad total, así como la administración que quiere implementar: austeridad hacia adentro, en los gastos del gobierno, pero no hacia afuera, hacia la población más pobre, a la que se van a destinar los recursos a través de obras, acciones y programas de beneficio colectivo.
EL NO DEBATE
A La Torita la han criticado, además, porque decidió no asistir al debate que organiza el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Guerrero (IEPC-GRO), sí, ese debate que en su primera edición dejó un mal sabor de boca a los guerrerenses por su formato arcaico, la caída del sistema y la pobreza de propuestas.
Le llaman debate a la unión de un grupo de personas que se juntan para criticar al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en un afán de proteger y no pedir cuentas a quien tiene la mayor culpa de lo que pasa en Guerrero: Héctor Astudillo, el gobernador.
|
Le llaman debate a una reunión de cuates que pretenden ahora emboscar a la indiscutible puntera de las encuestas a ver si le pueden quitar algún puntito, en donde hay -dicen- al menos un par de “candidatos” que ya le andan ofreciendo su 1% de votos al que va en un lejano segundo lugar.
Además, Evelyn lleva dos meses de desventaja en recorrer el estado, por lo que es obvio que debe preferir visitar las regiones y municipios porque ya le queda medio mes, dos semanas pues, para concluir sus giras de proselitismo.
Por otra parte, si el debate no es obligatorio, todos son libres de elegir si asisten o no, y ahí debería parar la discusión.
Es muy simplista decir que quien no va a un debate no tiene capacidad para gobernar, aunque sus contrincantes quieran reducir a este tema la medición a los participantes, porque les conviene, porque quieren sacar taja mediática, y se entiende.
Y ¿para qué ir al debate si ya sabemos qué va a pasar?: La protagonista será la candidata ausente, se le irán a la yugular, con algunas excepciones, sobre todo de quienes no están de acuerdo en atacar al ausente, por la espalda.
Además, algo que es muy cierto y nos debe hacer reflexionar sobre el debate que causó más polémica por la que no va, que por los que sí van: El que gana un debate no es mejor que los demás; el que gana un debate, no precisamente gana una elección. Así de simple.
Preguntas nomás por molestar: ¿Por qué andan interesados en el PRI-PRD en que Evelyn no aparezca en la boleta? ¿Es ese el tamaño del miedo?