Este miércoles 1° de septiembre del 2021 el Presidente, Andrés Manuel López Obrador ofreció su Tercer Informe de Gobierno en el Recinto de Homenaje a Benito Juárez de Palacio Nacional, en el que detalló las acciones de políticas públicas en materia económica, social y salud pública de su administración en lo que va de su sexenio.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, manifestó que la transformación está en marcha y aunque es necesario seguir poniendo al descubierto la gran farsa neoliberal y auspiciando el cambio de mentalidad del pueblo –porque eso es lo más cercano a lo esencial y a lo irreversible, también estamos desterrando vicios y prácticas deshonestas en el manejo del gobierno.
Una medida decisiva fue parar en seco la tendencia privatizadora; se dejó de entregar concesiones a particulares en minas, agua, hospitales, puertos, vías férreas, playas, reclusorios y obras públicas. Pero, lo más importante, hemos detenido las privatizaciones en el sector energético: en petróleo y electricidad.
Esta nueva política energética busca producir en México las gasolinas que el país consume y dejar de importarlas; con este fin se continúa destinando recursos para la modernización de las seis refinerías existentes; en tres años la inversión pública destinada a las refinerías ha sido de 33 mil 581 millones de pesos.
Cuando llegamos al gobierno estas refinerías estaban en el abandono y la administración anterior había comenzado a vender plantas –como las de hidrógeno– al interior de sus instalaciones; al inicio de nuestra administración las refinerías transformaban 511 mil barriles por día y ahora procesan 706 mil barriles diarios; es decir, 38 por ciento más.
El reinicio de la construcción de la coquizadora de Tula, Hidalgo, es una buena noticia, porque se ampliará la producción de esa refinería en 70 mil barriles diarios de combustibles. En julio del año próximo se terminará también la nueva refinería de Dos Bocas, Paraíso, Tabasco, con capacidad para procesar 340 mil barriles diarios.
Durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, en 1993, en vez de hacer aquí una nueva refinería se optó porque Pemex se asociara con Shell para compartir la refinería Deer Park de Houston, Texas. Este año se hizo la oferta para comprar la parte de la petrolera extranjera y se cerró la operación con un costo de 596 millones de dólares; ahora la refinería será propiedad total de Pemex y su producción de gasolinas y diésel y otros combustibles, 150 mil barriles diarios, se destinarán al abasto del mercado interno de nuestro país.
En cuanto a la industria eléctrica, vamos a impulsar, este mes voy a enviar al Congreso una iniciativa de una reforma constitucional que permitirá reparar el grave daño que causó la privatización al sector público y a la economía popular, pues mientras el mercado de esta industria se abrió para dar preferencia a empresas particulares nacionales y sobre todo extranjeras con la entrega de subsidios, entre otras prebendas, las plantas de la Comisión Federal de Electricidad fueron completamente abandonadas.
Ahora, estamos modernizando las plantas hidroeléctricas para reducir el uso de combustóleo y carbón en la producción de electricidad. La energía que se produce con agua es limpia y barata.
De ahí que hayamos decidido cambiar turbinas antiguas por equipos modernos, lo cual nos permitirá aprovechar la infraestructura existente y el agua de los embalses para producir más electricidad sin construir nuevas presas, sin causar afectaciones y reducir la emisión de gases de efecto invernadero.
En pocas palabras, la meta es que tengamos abasto público suficiente de energía eléctrica, que no haya apagones y evitar, en los hechos, que los consumidores domésticos paguen la luz con tarifas más elevadas que las corporaciones empresariales y las grandes cadenas comerciales.
Con presupuesto federal, sin las onerosas asociaciones público privadas, las llamadas APP, o el otro invento contra la Hacienda Pública, llamado Pidiregas, estamos construyendo carreteras, presas, hospitales, universidades, escuelas, acueductos, sistemas de drenaje, plantas de tratamiento de aguas residuales, puentes, refinerías, vías férreas, centrales eléctricas, aeropuertos, cuarteles, bibliotecas, parques, mercados, estadios, unidades deportivas y otras obras. Repito: sin asociaciones público y privadas, sin Pidiregas y sin deuda, con presupuesto público.
Destacan la construcción del aeropuerto Felipe Ángeles y el programa integral del Istmo de Tehuantepec para articular puertos, trenes y crear una vía rápida de comunicación entre países de Asia y la costa este de Estados Unidos.
Asimismo, el Tren Maya llevará bienestar a la región de mayor riqueza arqueológica, cultural y turística del país y una de las más importantes de mundo. Tan solo en la ejecución de estos tres grandes proyectos se están generando 143 mil 137 empleos directos y 277 mil 49 indirectos.
Por otra parte, está en marcha la integración económica y comercial con Estados Unidos y Canadá; el acuerdo de cooperación con soberanía entre nuestros países significa producción, empleos, mejores salarios y crecimiento en el norte del continente americano.
Como complemento al Tratado para intensificar la actividad productiva y comercial en la franja fronteriza del norte, desde el comienzo del gobierno se puso en práctica una estrategia de estímulos fiscales que consiste en reducir a la mitad el cobro del IVA y del Impuesto Sobre la Renta, homologar el precio de las gasolinas y el diésel con el de los estados fronterizos del país vecino y aumentar al doble el salario mínimo; todo ello, aunado a un amplio Programa de Desarrollo Urbano y Vivienda en los municipios de Tijuana, Mexicali, Nogales, San Luis Río Colorado, Ciudad Juárez, Acuña, Piedras Negras, Matamoros, Nuevo Laredo y Reynosa.
En el campo se está produciendo sin limitaciones; el año pasado la producción agropecuaria aumentó 2 por ciento, y esa misma tendencia se registra en lo que va de 2021; el sector industrial está en franca recuperación, al igual que el comercio, el turismo, el sector restaurantero, la aviación y otros servicios.
Casi todos los pronósticos para este año coinciden en que la economía crecerá alrededor del 6 por ciento; la inversión extranjera en el primer semestre fue de 18 mil 433 millones de dólares, 2.6 por ciento mayor a la registrada en el mismo periodo del año pasado y la mejor en la historia del país.
No hemos contratado deuda pública adicional; el peso no se ha devaluado durante los dos años y nueve meses del sexenio, como no había sucedido en tres décadas, y el salario mínimo ha aumentado en términos reales, en 44 por ciento, algo que no había ocurrido en más de 30 años.
Cuando llegamos al gobierno, un salario mínimo alcanzaba para comprar 5.8 kilogramos de tortilla y ahora, a pesar de la inflación, permite adquirir 7.7; es decir, casi dos kilos más. No hemos aumentado en términos reales los precios de las gasolinas, el diésel y la electricidad; el gas ha subido un poco por encima de la inflación, pero pronto vamos a corregir ese aumento, ya lo estamos haciendo, pues ya iniciamos la venta a precios justos de cilindros del Gas Bienestar.
Desde que llegamos al gobierno hasta la fecha, el índice de la Bolsa de Valores ha crecido en 28 por ciento, como nunca en su historia; la inflación, aunque recientemente aumentó, ya se mantiene estable; se ha reducido 3.5 por ciento la tasa de interés que fija el Banco de México y si esa institución tenía a fines de la administración pasada reservas por 173 mil 775 millones de dólares, actualmente ascienden a 205 mil 391 millones de dólares, lo que significa un aumento del 18 por ciento, un máximo histórico, más de 30 mil millones de dólares; y también es satisfactorio informar que posterior a la pandemia se han creado 1 millón 202 mil 691 empleos y solo faltan 192 mil 713 para recuperar a los asegurados que había en el Seguro Social antes de la crisis sanitaria y que sumaban 20 millones 613 mil trabajadores, un objetivo que alcanzaremos en los próximos dos meses.
Lo más importante es que la pandemia no desembocó en una crisis de consumo; gracias a las remesas y a los apoyos de los Programas de Bienestar que llegan y se aplican de abajo hacia arriba, de los más pobres hacia la cúpula de la pirámide poblacional, se ha podido evitar la falta de alimentos y otros bienes de primera necesidad.
Las tiendas departamentales han incrementado sus ventas en un 34 por ciento de enero a agosto de 2021, respecto al mismo periodo del año anterior. No se han registrado saqueos a comercios ni actos de vandalismo o desesperación por hambre o desatención a las necesidades básicas de la gente. Hay paz social y gobernabilidad en nuestro país.
Aunque continúan los contagios, se ha reducido considerablemente el número de hospitalizaciones y de fallecimientos por COVID. La principal razón de esta disminución en la intensidad de la pandemia es el Programa Nacional de Vacunación, que ha funcionado con eficacia y ha llegado a todos los pueblos de México.
Hasta hoy hemos recibido 103 millones 296 mil 665 dosis de vacunas Pfizer, Sinovac, Sputnik, AstraZeneca, Johnson & Johnson, Cansino y Moderna; de farmacéuticas y gobiernos extranjeros que han demostrado con hechos su solidaridad con México y con su pueblo. Destaco el apoyo de Cuba, Argentina, Rusia, China, India y Estados Unidos.
Se ha vacunado, al menos con una dosis, al 65 por ciento de la población y reitero el compromiso de que en octubre próximo la totalidad de los habitantes mayores de 18 años tendrán cuando menos una dosis, a fin de que lleguemos mejor protegidos al invierno, que es la temporada en la que se presentan con mayor frecuencia las enfermedades respiratorias.
A partir de la pandemia decidimos reforzar los apoyos sociales, ampliando el presupuesto destinado a la gente: se entregaron más de 3 millones de créditos a pequeñas empresas del sector formal e informal y se decidió ampliar el Programa de Mejoramiento Urbano que consiste en introducir de agua potable, drenaje y pavimentación en 77 municipios de varios estados; se han entregado en todo el país 111 mil apoyos para construcción, mejoramiento y ampliación de vivienda, todo esto implica una inversión adicional de 280 mil millones de pesos. Todo ello se unió a un hecho excepcional: en estos últimos tiempos, han crecido como nunca las aportaciones que realizan nuestros paisanos migrantes a sus familiares en México.
El año pasado las remesas se elevaron a 40 mil 600 millones de dólares y en este año estimamos, de acuerdo al comportamiento hasta el día de hoy, que superarán los 48 mil millones de dólares; es decir, 18 por ciento más. Hoy acaba de dar a conocer el Banco de México que las reservas de julio alcanzaron los 4 mil 540 millones de dólares, es una cifra récord mensual: 4 mil 540 millones de dólares.
Aprovecho para recapitular: récord histórico en remesas; récord histórico en inversión extranjera; récord histórico en incremento al salario mínimo; récord histórico en no devaluación del peso; récord histórico en no incremento de deuda; récord histórico en aumento del Índice de la Bolsa de Valores; récord histórico en las reservas del Banco de México. Está como para decir a los cuatro vientos, presumir. Pero no he terminado, lo que acabo de decir es como para decir a los tecnócratas neoliberales: “tengan para que aprendan”.
Además de esta acciones emprendidas desde el principio, se ha atendido al campo; se ayuda de manera directa con recursos económicos a productores y pescadores; se establecieron los precios de garantía; se están sembrando árboles frutales y maderables en un millón de hectáreas y hay 420 mil sembradores que reciben un jornal para cultivar sus parcelas, sean pequeños propietarios o ejidatarios; se entregan fertilizantes a todos los productores de Guerrero que suman 340 mil 460 personas, así como a otros 62 mil 536 de Puebla, Tlaxcala y Morelos, este programa de fertilizantes gratuitos lo vamos a ampliar el año próximo a otros estados.
Un millón 800 mil jóvenes han trabajado como aprendices con una percepción de un salario mínimo en el programa Jóvenes Construyendo el Futuro; no hemos dejado de pagar a médicos, enfermeras, soldados, marinos y otros servidores públicos; se canceló la mal llamada reforma educativa: 56 mil comités escolares formados por maestros, alumnos y madres y padres de familia ya reciben de manera directa el presupuesto para el mantenimiento de las escuelas.
Ahora estamos mejorando nuestra recaudación de impuestos, procurando cobrar a grandes corporaciones nacionales y extranjeras que se las ingeniaban para no pagar sus contribuciones –lo que es lo mismo: para delinquir y gozar de impunidad.
Hoy, la Hacienda Pública se está fortaleciendo en la medida que impide los fraudes fiscales. Un dato: aun con la crisis por la pandemia del COVID-19, los ingresos del gobierno federal hasta el día de ayer sumaron dos billones 438 mil 557 millones de pesos, es decir, fueron 2.6 por ciento superiores en términos reales al mismo periodo del año pasado y 0.8 por ciento más que lo estimado en la Ley de Ingresos de la Federación para este año.
Al mismo tiempo que comenzamos a combatir la corrupción, reitero, se puso en práctica una política de austeridad republicana. En dos años y nueve meses hemos ahorrado un billón 400 mil millones de pesos en compras y contratos, reduciendo al mínimo el robo de combustible –el llamado huachicol– y disminuyendo drásticamente la defraudación fiscal y otras malas prácticas dañinas que proliferaban en la Hacienda Pública en el antiguo régimen.
La austeridad, la cancelación de fideicomisos, de contratos leoninos y fondos que se manejaban de manera discrecional, deshonesta y en beneficio de minorías, también nos han permitido liberar más presupuesto en beneficio del pueblo.
Con esta fórmula de combatir la corrupción y gobernar sin lujo ni frivolidad hemos podido cumplir los compromisos de no endeudar al país, no aumentar impuestos, no subir los precios de los combustibles y, lo más importante, esta nueva política económica, fincada en la moralidad, nos ha permitido financiar programas sociales para el bienestar de nuestro pueblo, en especial, para los más pobres y marginados.
Finalmente, señalo el presidente Andrés Manuel López Obrador “Como lo escribí en la introducción de mi nuevo libro que se llama, precisamente, A la mitad del camino, es tan importante lo logrado, hasta ahora, en este periodo que hasta podría dejar ahora mismo la Presidencia sin sentirme mal con mi conciencia. Que es lo más importante en mi vida”.
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