Crucifixión de Diego Velázquez. |
José de la Paz Pérez
El 3 de abril del año 33 es una fecha significativa para la Iglesia Cristiana, ya que se considera como la fecha en que Jesús de Nazaret fue crucificado en el monte Gólgota, en Jerusalén.
La crucifixión de Jesús es uno de los eventos más importantes en la historia del Cristianismo. Se cree que Jesús fue arrestado por las autoridades romanas por incitar a la rebelión contra el gobierno y por blasfemia, según los líderes religiosos judíos de la época.
Después de su arresto, Jesús fue sometido a un juicio y fue condenado a muerte por crucifixión. La crucifixión era un método de ejecución romano que implicaba clavar a la persona en una cruz de madera, o madero de tormento, dicen otras religiones, y dejarla allí hasta que muriera. Este método de ejecución era considerado extremadamente doloroso y humillante, y se reservaba para los criminales más despreciables.
Según los relatos bíblicos, Jesús fue llevado al monte Gólgota, donde fue clavado en la cruz, o el madero, junto con dos criminales. Allí, sufrió intensamente durante varias horas antes de finalmente morir. Después de su muerte, su cuerpo fue bajado de la cruz y colocado en una tumba.
Sin embargo, la historia de Jesús no termina con su crucifixión y muerte. Tres días después, según la tradición cristiana, Jesús resucitó de entre los muertos. La resurrección de Jesús es considerada la piedra angular de la fe cristiana, ya que demuestra el poder de Dios sobre la muerte y el pecado.
La crucifixión y resurrección de Jesús son celebradas por los cristianos en todo el mundo durante la Semana Santa. La Semana Santa comienza con el Domingo de Ramos, que conmemora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, y culmina con el Domingo de Resurrección, que celebra la resurrección de Jesús.
En resumen, el 3 de abril del año 33 es una fecha muy importante para la Iglesia Cristiana, ya que se cree que fue el día en que Jesús fue crucificado en el monte Gólgota. Aunque la crucifixión de Jesús fue un evento trágico, su muerte y resurrección son celebradas por los cristianos como un momento de esperanza y salvación.