Pienso, creo y digo



Pienso, creo y digo que todos los seres pensantes deberíamos pensar, creer y decir lo que sentimos, tal y como nos nace, sin quitarle ni ponerle más que lo suficiente y necesario.

  Hoy quiero referirme al concepto HOMBRE y, al respecto, pienso, creo y digo que el hombre debe SER y no sólo PARECER; que debe cumplir con los requisitos de PENSAR, SER CONCIENTE Y ACTUAR EN CONSECUENCIA.

  El hombre, por ser un ser racional, debe pensar, analizar y creer lo que piense en razón de su análisis; debe ser completamente diferente al animal irracional, el que no piensa y sólo actúa por instinto natural. Qué lástima que los dizque, irracionales actúen más razonablemente que los racionales; hay conductas de los animales irracionales que les dan ejemplo a los dizque racionales.

  Los animales salvajes matan por necesidad, pero los dizque, racionales, matan por placer o por intereses bastardos.

  Yo pienso, creo y digo que, para que el hombre, sea hombre de verdad, debe dejar de lado su animalidad y sus bajas pasiones, que lo impelen a hacer daño a sus semejantes, incluyendo familiares y amigos, a los que les debe respeto, cariño y hasta gratitud.

  Pienso, creo y digo que nadie, más que los padres, tiene la culpa de haber criado hijos mimados y crueles con quienes no tienen por qué soportar las malas acciones engendradas a lo largo de su mala crianza.

  Claro que muchos padres, no han aprendido a educar a sus hijos, porque sus padres tampoco los educaron con valores, ni con buenas costumbres y así, se va formando la cadena de personas mal educadas, que lastiman, no sólo a sus seres queridos, sino a la sociedad entera; se han vuelto un lastre social, en donde quiera que se paran  

  El hecho de no haber sido bien criados, repercute en las personas que tienen la mala suerte de toparse con ellos en su camino; ya sea como amigo o como pareja, porque siempre van a actuar de manera negativa para los efectos del amor o de la amistad. 

  Es recomendable para este tipo de personas, que se sometan a un tratamiento psicológico y que, a la larga le bajen unas rayitas a su conducta negativa, para, de ser posible, se vuelvan sensibles y conscientes de que su proceder es lesivo para con los demás. Pero nada se podrá lograr si ellos no reconocen que su conducta es negativa.

  Muchos de estos hombres son agresivos y se escudan en su machismo, para dominar las situaciones y se conviertan en verdugos de sus víctimas, sean estas, las que pudieran ser.

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