José de la Paz Pérez
La candidata de Morena a la Presidencia de México, Claudia
Sheinbaum Pardo, la puso así de fácil a los más de 350 mil personas reunidas en
torno suyo en el Zócalo de la capital del país: “Solo hay dos caminos a tomar
este 2 de junio: uno, que siga la transformación; el otro, que regrese la
corrupción”.
Y retumbaron las voces, como una sola, en favor de la continuidad
del gobierno que hoy encabeza Andrés Manuel López Obrador quien, dijo, dejó atrás
el modelo neoliberal y la corrupción que lo acompañó por 36 años “y surgió, el
Humanismo Mexicano. Un modelo propio que no hay en ningún lugar del mundo.
Surgió de los mejores capítulos de nuestra historia y de un gobierno honesto y
austero”.
Y ahí estaban los más destacados ex aspirantes que hoy están
sumados a la organización de la campaña: Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal y Adán
Augusto.
A su llegada al recinto oficial en donde dio inicio la
campaña, cientos y miles buscaban su mano, su abrazo, tomarse la foto con ella,
le llenaron de muestras de cariño espontáneas; había convicción en esos rostros
satisfechos por lo que ha hecho la 4T y anhelantes del segundo piso de esta
política que ha colocado a México en un lugar especial en el mundo.
Parecía un día de fiesta... y sí, fue la fiesta de quienes están convencidos de que el triunfo parece cosa de trámite.
“Gobernaremos con la máxima del Humanismo Mexicano, por el
bien de todos, primero los pobres. Garantizaremos las libertades de expresión,
de prensa, de reunión, de movilización. Se respetarán los derechos humanos y
nunca usaremos la fuerza del Estado para reprimir al pueblo de México”, expresó
la abanderada morenista.
El Zócalo de la Ciudad de México fue insuficiente para
albergar a los miles y miles que llegaron
procedente de todas partes de la República para tratar de estar cerca de
aquella a quien quieren para que continúe esta forma de gobernar que ha dado
esperanza a la mayoría de los mexicanos.
Desterrar la corrupción sí se puede, y el gobierno que aún
no concluye lo está demostrando; y la gente quiere más de esta manera de
conducir al país.
“Vamos a mantener la austeridad republicana, la disciplina financiera y fiscal. No regresarán los lujos ni privilegios, no habrá avión presidencial, no habrá estado mayor presidencial, y no vamos a recuperar los privilegios del gobierno”, sentenció Claudia Sheinbaum.
Y ahí estaba los aplausos, y ahí estaba la euforia del pueblo, y ahí estaban esos rostros que esperan más de Cuarta Transformación; que rechazaron este día, totalmente, el regreso de la corrupción.