José de la Paz Pérez
Bajo el inclemente sol del mediodía, Félix Salgado Macedonio, candidato a Senador por Morena, protagonizó una jornada memorable al cruzar a pie el río Papagayo, ese que separa la apartada y olvidada comunidad de los Bienes Comunales de Cacahuatepec del resto del municipio de Acapulco.
Fue un cierre de campaña cargado de simbolismo y emociones que muy poco se logra en terrenos de la política. La visita de El Toro sin Cerca dejó este domingo 26 de mayo una huella indeleble en la memoria colectiva de los habitantes locales y en el proceso electoral en curso.
Acompañado por un grupo de candidatos de Morena, Salgado Macedonio decidió que la mejor forma de llegar a Cacahuatepec era a través de un acto que mostrara su compromiso y cercanía con la gente, como siempre lo ha hecho en ese andar por la lucha social desde hace muchos años.
En lugar de optar por la panga, que utilizan los vecinos para trasladarse a otros puntos del municipio, Félix eligió cruzar el río a pie, acompañado del líder indiscutible de la zona, Marco Antonio Suástegui Muñoz, gesto que fue interpretado como una metáfora de la lucha social que ha encarnado durante su carrera política.
Las aguas del río, conocidas por su caudal impredecible y peligroso, hoy estaban tranquilas y, con paso firme, Salgado Macedonio se adentró en el cauce. A su lado, los otros candidatos, siguiendo su ejemplo, lo imitaron, reforzando la imagen de unidad y solidaridad dentro del partido.
Desde las orillas del río, una multitud de habitantes de Cacahuatepec y comunidades vecinas se había congregado para presenciar el cruce. Con pancartas en mano y vítores en sus labios, esperaban ansiosos la llegada del hombre a quien consideran un histórico luchador social, alguien que ha estado del lado de los desfavorecidos y ha alzado la voz en defensa de sus derechos.
Los aplausos y los gritos de apoyo no se hicieron esperar. "¡Félix, amigo, el pueblo está contigo!" resonaban entusiastas sus voces. Era evidente que su figura no sólo inspiraba respeto sino también un profundo cariño.
Al llegar al otro lado, mojado pero sonriente, Félix Salgado Macedonio fue recibido con abrazos y palmadas en la espalda. Ahí había miles de ciudadanos venidos desde las 8 regiones de Guerrero.
Los habitantes lo rodearon, ansiosos por estrechar su mano y compartirle sus inquietudes y esperanzas. Para muchos, la llegada del candidato representaba una oportunidad única para ser escuchados y para expresar las necesidades de una comunidad que se siente olvidada por anteriores autoridades.
Ya en el mitin, Salgado Macedonio reafirmó su compromiso de luchar por mejorar las condiciones de vida en Cacahuatepec y en todo el estado de Guerrero. Su discurso, cargado de compromiso de justicia social y desarrollo, fue recibido con aplausos y vivas.
Para los habitantes, sus palabras eran más que promesas electorales, eran el reflejo de años de lucha y perseverancia en las trincheras de la política y la defensa de los derechos humanos.
Momentos antes, Marco Antonio Suástegui Muñoz, dijo con voz enérgica que Félix era el único político que tiene las puertas abiertas a esta comunidad a la que no más de uno ha venido a hacer ofrecimientos y les ha quedado mal. Recordó que Félix fue el primer alcalde en funciones que les trajo obras de beneficio colectivo, el primero que ha honrado su palabra con hechos.
Y para sellar el compromiso –emulando a López Obrador al dar el bastón de mando a Claudia Sheinbaum- el dirigente de Cacahuatepec entregó a Félix Salgado el Machete de Mando, símbolo de las llaves de esta comunidad para que entre y salga cuando así lo decida.
Para los habitantes de Cacahuatepec, este gesto se convirtió en un recordatorio de que no están solos, y de que hay alguien dispuesto a caminar junto a ellos en la lucha por un futuro mejor.
Y así, con el río a sus espaldas y el pueblo a su alrededor, Félix Salgado Macedonio continuó su camino, dejando tras de sí una estela de esperanza y, sobre todo, la certeza de votar el próximo 2 de junio 5 de 5 en favor del partido de la esperanza de México: Morena.
