PRD: De la Esperanza, a la decepción y desaparición


*Dos errores lo llevaron al despeñadero: La irrupción de “Los Chuchos” y la alianza con sus verdugos: PRI y PAN, partidos que finalmente le dieron la estocada final  *“¡Tú eras el Elegido! ¡Debías destruir a los Sith, no unirte a su fuerza!”: Obi-Wan Kenobi a Anakin Skywalker. Película Star Wars

José de la Paz Pérez

El Partido de la Revolución Democrática (PRD), que nació como la esperanza de millones de mexicanos que anhelaban un cambio real y profundo en la democracia y vida pública de México, hoy está pagando sus errores y se enfrenta a su extinción.

De acuerdo a cifras oficiales, alcanzó sólo 1.8 por ciento de la votación nacional en los comicios del pasado 2 de junio. Necesitaba 3 por ciento, por lo que su desaparición es inminente.

Y hay que decirlo, la responsabilidad de la caída de este símbolo -por algunos años- de la lucha social, tiene nombres y apellidos: Jesús Ortega y Jesús Zambrano, “Los Chuchos”, quienes tras tomar el control total del partido hace 16 años comenzó a perder identidad, primero, y después la confianza de quienes algún día creyeron en las siglas del Sol Azteca.



El PRD en su nacimiento estaba llamado a ser el partido más fuerte de México; fue la primera esperanza para acabar con el dominio total de un PRI que ya había hartado a los mexicanos, y en América Latina era un ejemplo como partido de izquierda. Todo eso se fue a la basura.

Lo que pesan las malas decisiones: Si el PRD hubiera apoyado a Andrés Manuel López Obrador en las elecciones de 2018 y no a Ricardo Anaya del PAN, hoy estuviera en otro nivel, quizá como segunda fuerza electoral, nadie lo sabe, pero lo que sí es seguro, es que el partido que habría desaparecido sería el PRI o el PAN, pero no el PRD. Qué dura realidad.

De hecho, desde hace varios años el PRD ya era un cascarón con el que negociaban quienes pretendían vender aún su historia; había dos o tres cuidando ese cascarón que, sabiendo que estaba vacío, les sirvió para obtener prebendas, y la última fue ese “apoyo” a la Coalición Fuerza y Corazón por México de la candidata perdedora Xóchitl Gálvez.

Aún están en la memoria de miles de perredistas de base las luchas intestinas contra el PRI y su gobierno, en las cuales el PRD ponía los muertos, que no fueron pocos. Por eso no se entiende cómo es que decidieron sus dirigentes aliarse con sus verdugos quienes finalmente dieron el puntapié para mandarlos al olvido.

El PRD nació con la fuerza suficiente para derrocar al sistema creado por el PRI, era el único partido que podía hacerlo, pero terminó aliándose con el enemigo y dio la espalda al pueblo que creyó en este movimiento. 

¡Tú eras el Elegido! ¡Debías destruir a los Sith, no unirte a su fuerza!

Obi-Wan Kenobi a Anakin Skywalker. Película Star Wars


UNA NUEVA ESPERANZA

El PRD fue fundado el 5 de mayo de 1989, tras la unificación de diversas fuerzas políticas y movimientos sociales de izquierda, incluyendo a antiguos militantes del PRI descontentos con la corrupción y el autoritarismo del partido hegemónico en esos años. 

Entre los fundadores destacaron Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo y Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Su objetivo era claro: convertirse en una alternativa democrática y progresista que representara los intereses de los sectores más desfavorecidos de la sociedad mexicana.

El PRD rápidamente ganó apoyo popular, sobre todo en la Ciudad de México y estados del sur del país. En 1997, Cárdenas se convirtió en el primer Jefe de Gobierno del Distrito Federal electo por voto popular, marcando un antes y un después en la política mexicana.

Cárdenas, considerado en su momento como líder moral del partido, fue tres veces candidato a la Presidencia de México (en 1988, 1994, y 2000), lapso en que el partido tuvo un gran crecimiento.

En esos años el PRD vivió su mayor auge. Con una plataforma política que promovía la justicia social, los derechos humanos y la transparencia, el partido se posicionó como la principal fuerza de oposición al PRI y al Partido Acción Nacional (PAN). En 2006, AMLO, entonces candidato presidencial del PRD, estuvo a punto de ganar las elecciones, en una contienda marcada por la controversia y acusaciones de fraude electoral.

En 2008, el PRD experimentó una transformación interna a la baja con la llegada de la corriente interna conocida como "Los Chuchos", liderada por Jesús Ortega y Jesús Zambrano. Esta facción, oficialmente denominada Nueva Izquierda, adoptó una postura más pragmática y moderada, buscando alianzas con otros partidos y adaptando su discurso para atraer a un electorado más amplio.

Su actitud fue considerada como entreguista, ya que el movimiento original se desdibujó tras las alianzas oscuras con el PRI al que un día combatió y que ahora se entregaba sin importar la militancia… y México.

Militantes y simpatizantes interpretaron este cambio como una traición a los principios básicos del partido. Las divisiones internas se profundizaron, y figuras prominentes como AMLO abandonaron el PRD para formar su propio partido, Morena, en 2014.

DECADENCIA Y DESAPARICIÓN

A partir de 2009 la dirigencia del PRD fue tomada por Jesús Ortega, José Guadalupe Acosta Naranjo, Jesús Zambrano y Agustín Basave, tiempo en el que desapareció aquel PRD de la lucha social, y a los dirigentes no les importó la salida de figuras emblemáticas y fundadoras como: Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, Andrés Manuel López Obrador, Pablo Gómez Álvarez, Amalia García Medina y Leonel Cota Montaño.

Uno de los grandes errores de la dirigencia del PRD fue haber desdeñado el peso de AMLO en el movimiento, e hicieron todo lo posible para que abandonara al partido y fundara Morena que, a la postre, se convirtió en la nueva esperanza que finalmente hizo posible lo que parecía impensable: que un partido de izquierda ganara las elecciones y que en 2024 haya hecho posible elegir a la primer mujer como presidenta de México.

La salida de AMLO y la creciente influencia de Morena significaron un duro golpe para el Sol Azteca. En las elecciones de 2018, el PRD sufrió una derrota histórica, obteniendo solo el 5.2% de los votos, mientras que Morena, con AMLO como candidato, arrasó en las urnas. Desde entonces, la debacle del PRD estaba cantada.

Hoy, el PRD con su 1.8 de votación  está acabado. Todos sabían que el PAN sería el partido más beneficiado y que no le importaba la suerte del Sol Azteca.

¡Qué diferente hubiera sido la historia del PRD si hubiera conservado en sus filas a López Obrador! Hoy sería la primera fuerza política del país y se habría consumado el ideal con que nació: llevar al pueblo al poder. 

O sería la segunda fuerza política si sus dirigentes hubieran enmendado su error y participado en la Coalición Sigamos Haciendo Historia, junto a Morena, PT y PVEM. 

O al menos, no hubiera desaparecido del escenario político. 

Una lástima, la verdad, tirar a la basura una gran historia. El PRD no mereció morir así. ¿Pesará en la conciencia de Los Chuchos? Parece que no, ellos ya hicieron su negocio, incluso con lo último que quedaba del vacío cascarón en que se había convertido el partido, pues Jesús Zambrano (Chucho) aseguró su cargo de Senador al inscribirse como número 1 en la lista de plurinominales.

El PRD no debió morir así. 

¡Tú eras el Elegido! ¡Debías destruir al PRI, no unirte a ellos!

Parodia de la frase de Obi-Wan Kenobi a Anakin Skywalker. Película Star Wars

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