Adiós Ifigenia Martínez: una vida dedicada a la justicia social


José de la Paz Pérez

*Cumplió dos de los más grandes sueños que puede tener cualquier mujer bien nacida en la izquierda: ver ascender al primer presidente emanado del pueblo, y a la primera mujer

Hoy 5 de octubre de 2024, México despide a una de sus figuras más emblemáticas de la izquierda política: Ifigenia Martínez Hernández. Economista, académica y política, su legado quedará grabado en la historia del país como una de las mujeres más influyentes en la lucha por la justicia social, la igualdad y la defensa de los más desprotegidos. 

Fundadora de la izquierda mexicana, se fue en la cúspide de su carrera y de la izquierda mexicana: siendo presidenta de la Cámara de Diputados federal, y después de haber participado, apenas el martes 1° de octubre, como encargada de colocar la banda presidencial a Claudia Sheinbaum, la primera mujer presidenta de México.

Ifigenia logró así cumplir dos sueños que cualquier mujer pudo tener desde hace décadas y que no todas tuvieron la fortuna de verlos realizados: Ver llegar a la Presidencia a un personaje emanado del pueblo, como Andrés Manuel López Obrador, y en el mismo sentido, a una mujer. Sueño cumplido, se fue en paz, satisfecha de saber que la lucha valió la pena

Su fallecimiento no solo marca el fin de una era, sino que deja un profundo vacío en la vida pública y en la izquierda mexicana.

Nacida el 16 de octubre de 1930, Ifigenia Martínez siempre fue una mujer adelantada a su tiempo. Fue una de las primeras mexicanas en graduarse de la prestigiosa Universidad de Harvard, donde estudió economía. 

Su formación académica la llevó a ser una de las economistas más respetadas del país, pero su verdadera pasión siempre fue la política, en especial el compromiso con los sectores más vulnerables de la sociedad.

Uno de los éxitos más importantes de su carrera fue la fundación de la Corriente Democrática en 1987, junto a Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, un movimiento que marcó el principio del fin del régimen priísta hegemónico en México. 

Este esfuerzo valiente sentó las bases para la creación del Partido de la Revolución Democrática (PRD), un espacio que representaba la voz de la izquierda, y donde Ifigenia siempre se mantuvo como una figura de referencia, guiando con su experiencia y visión.

A lo largo de su carrera, Martínez ocupó diversos cargos públicos, entre ellos, diputada federal, senadora y embajadora. En todos estos roles, fue reconocida por su capacidad para tender puentes, defender los derechos sociales y ser una voz incansable en la lucha por la justicia. 

Sus intervenciones en el Congreso estuvieron siempre marcadas por la claridad, el rigor y la sensibilidad social. Nunca dejó de abogar por los más pobres, las mujeres y los campesinos, temas que guiaron su vida pública y personal.

Más allá de su labor política, Ifigenia Martínez fue una inspiración para las nuevas generaciones de mujeres que han encontrado en ella un modelo de lucha, determinación y entrega. 

Fue una pionera en un mundo dominado por hombres, y demostró que con convicción, inteligencia y pasión, era posible cambiar el curso de la historia.

Con su partida, Ifigenia deja un legado invaluable. Su vida fue un testimonio de compromiso con los valores más nobles de la izquierda: la igualdad, la justicia y la democracia. 

Hoy, su recuerdo seguirá vivo en las calles, en los movimientos sociales y en el corazón de todos aquellos que, como ella, creen en un México más justo, libre y solidario.

Su ausencia será profundamente sentida, pero su ejemplo seguirá iluminando el camino hacia un país más equitativo. La vida de Ifigenia Martínez es, sin duda, un faro para la izquierda mexicana y para todos aquellos que sueñan con un futuro más justo.

Hoy concluye una vida, pero nace una leyenda, una verdadera leyenda.

Artículo Anterior Artículo Siguiente

Lo nuevo