José de la Paz Pérez /
*La resiliencia política de Félix Salgado Macedonio y la reforma constitucional... en otras palabras: Que siempre sí ¡Hay Toro!
En la política, como en la vida, las apariencias engañan. Quienes dieron por muerto políticamente al senador por Guerrero Félix Salgado Macedonio, han tenido que despertar de un efímero sueño y aceptar una realidad: Al menos, de momento, ¡Hay Toro!
Este martes, el pleno de la Cámara de Senadores aprobó, por mayoría calificada, una reforma constitucional en materia de no reelección y nepotismo electoral, que entrará en vigor a partir de los procesos electorales de 2030.
Sin embargo, lo más relevante es que esta reforma deja la puerta abierta para que Salgado Macedonio pueda participar en las elecciones de 2027 por el gobierno de Guerrero. Y, como él mismo ha demostrado, no hay que subestimar a un guerrero.
La reforma, propuesta por el coordinador de la bancada de Morena, Adán Augusto López Hernández, y el del PVEM, Manuel Velasco Coello, fue avalada con 97 votos a favor de los 123 emitidos.
Este cambio legislativo refleja un ajuste en las reglas del juego político, y un triunfo parcial para Salgado Macedonio, quien ha sabido mantenerse en pie a pesar de las tormentas políticas que han intentado derribarlo.
En su intervención desde la tribuna, Salgado Macedonio ha dejado clara su postura: “Soy un guerrero, soy un demócrata convencido y vengo de donde la patria es primero”.
Estas palabras no son sólo un eslogan, sino una declaración de principios de un político que ha enfrentado adversidades, traiciones y abandonos dentro de su propio equipo. Sin embargo, lejos de doblegarse, ha salido fortalecido, exhibiendo a quienes lo dieron por acabado.
La reforma, impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum, ha sido calificada por Salgado Macedonio como “patriótica, humana, justa y certera”.
Y aunque algunos podrían ver en esta declaración un guiño político, lo cierto es que esta modificación constitucional representa un avance significativo en la lucha contra prácticas como el nepotismo y la perpetuación en el poder.
Sin embargo, también es innegable que, en este caso, beneficia directamente a Salgado Macedonio, permitiéndole mantenerse en la contienda política.
Lo ocurrido en el Senado no es únicamente una victoria personal para Salgado Macedonio, es también una lección para aquellos que creen que la política es un juego de corto plazo.
La resiliencia, la convicción y la capacidad de adaptarse a los cambios son cualidades que definen a los verdaderos líderes. Y Salgado Macedonio ha demostrado que las posee.
En un contexto político donde las alianzas son frágiles y las lealtades suelen ser efímeras, la figura de Salgado Macedonio emerge como un recordatorio de que, en política, nunca hay que dar por sentado el final de la historia.
Los que lo abandonaron y traicionaron quedaron exhibidos, mientras él sigue en pie, listo para escribir un nuevo capítulo en la historia de Guerrero.
En conclusión, la aprobación de esta reforma constitucional hace historia en la lucha por una democracia más transparente y equitativa, y reafirma la vigencia de un político que ha sabido sortear las adversidades con determinación.
Félix Salgado Macedonio no está muerto, ni mucho menos. Está más vivo que nunca, y Guerrero lo sabe.