La ciudadanía Guerrerense, debemos recibir con gracia, bombo y platillo la reforma que la Presidenta de la República Claudia Sheinbaum ha emitido para su aprobación, toda vez que este podría ser el símil del derrumbamiento del Muro de Berlín, solo que aquí, le llamaríamos El Muro del Cacicazgo. Y les explicó los razones, pero antes es necesario dejar algunas definiciones que nos serán familiares y que nos ayudarán a comprender el grado de importancia de este asunto de la reforma.
La primera definición que resalta de la reforma es la palabra nepotismo; etimológicamente el término deriva de nepote y el sufijo -ismo, este del italiano nepote "sobrino", a su vez del latín nepōs en referencia a la práctica de los papas durante la Edad Media y el renacimiento de nombrar a sus parientes (la mayoría sobrinos) como cardenales.
Otra concepto que si bien no se menciona en el debate público al respecto, es consecuencia de la herencia del poder a la familia; y me refiero al cacique. Dicho término era con el que se designaba a los jefes locales de las comunidades taínas (habitantes indígenas) de las Antillas. A partir de la expansión de los virreinatos españoles en América, el término fue empleado por los conquistadores para designar a las autoridades políticas indígenas, sin atender a la diversidad de los sistemas políticos originarios de América ni a las nomenclaturas autóctonas. No obstante, a pesar del desarrollo de los pueblos y los contextos políticos sociales en pleno siglo XXI podemos constatar remanentes de estas formas de poder político social particularmente en Guerrero.
Un concepto más que me gustaría dejar en la psique ciudadana es el de poder. Al respecto, hay “N” cantidad de definiciones y extensiones de la definición, por lo que construiremos una definición propia y que se entiende como la capacidad de influir o controlar las acciones, decisiones o comportamientos de otros individuos, grupos o instituciones. En un sentido más amplio, el poder también se refiere a la capacidad de lograr objetivos o metas a través de la influencia, la autoridad o la fuerza.
De los tipos de poder podemos referir el que tiene que ver con la política, el poder económico, el poder social, el poder individual, solo por mencionar algunos.
Y la ciudadanía preguntará y cómo saber cuando se ejerce poder, pues bueno, algunas de las características que definen el poder son:
Influencia. Se influye en las decisiones o comportamientos de otros.
Autoridad. La capacidad de tomar decisiones y dar órdenes que sean respetadas por otros.
Fuerza. La capacidad de imponer la propia voluntad a través de la coerción o la violencia.
Legitimidad. La capacidad de ejercer el poder de manera justa y legítima.
Atendiendo las definiciones pertinentes entramos en materia
La reforma que envía la Dra. Claudia Sheinbaum al Congreso de la Unión además de ser un acierto es de trascendencia histórica, sino para el país, si para nuestro Estado de Guerrero. Pues históricamente, desde la constitución del Estado de Guerrero; el 27 de octubre de 1849 nuestra entidad ha sido gobernada por familias que por su prosapia (linaje) política ostenta el poder. Y que esta situación, en mi parecer, actúa como un flagelo invisible que ha dañado totalmente la oportunidad de desarrollo y crecimiento económico. Pues, al centralizar el poder en unas cuantas familias originó desde entonces que en las regiones de Guerrero se formalizaran o legitimaran cacicazgos como si se tratara de la cultura propia de la región. Fue evidente en aquel entonces y es evidente ahora que la sociedad aborrece ese hecho, toda vez que las crispaciones sociales que se registran a la fecha, están directa e indirectamente relacionadas con los caciques que controlan las regiones por su influencia política, económica o coercitiva que quisieron imponer su voluntad o que reprimieron algún acto de justicia social y que se convirtió en hecho lamentable en la edificación de nuestro Estado: aguas blancas, ayotzinapa, los coqueros, autodefensas, la parota; son solo algunos movimientos sociales que se dieron a razón, de entre otros factores, por la influencia e intereses de los cacicazgos que convergen en nuestra entidad.
Por tanto, el cacicazgo o el cacique es un flagelo invisible que a mermado toda posibilidad de desarrollo y crecimiento económico en nuestra entidad; por lo que debe considerarse seriamente como un factor por lo cual nuestra entidad no prospera. Y mi argumento lo baso en una comparación simple que podemos hacer entre los cacicazgos en estados como Nuevo León versus los que encontramos aquí en Guerrero y es que hasta para ser malos debemos aprender ser buenos.
¿Por qué lo comento…?
Pues mientras en Guerrero, vivíamos los estragos de las familias Figueroa, Acosta, Juárez, Aguirre u otras familias de caciques; del otro lado de la moneda particularmente en Monterrey la familia Garza Sada se hacía cargo de una de las industrias más importantes del país: La Cervecería Cuauhtemoc, potenciando su actividad económica y haciendo florecer no solo la plusvalía de esa región, sino del país. Otras familias impulsaban la siderurgia, construían cluster de negocios, construían cadenas comerciales, importando y exportando insumos para fortalecer economías locales e internacionales mientras todo eso pasaba allá, aquí en el sur: las familias caciquiles que ya conocemos generaban rutas de comercio para sus empresas, expropiaban ejidos para su herencia familiar, accedían al poder político para manipular y acrecentar su influencia en los poderes políticos; en algunos casos utilizando el poder de la fuerza pública, en otros, utilizando la violencia de grupos fácticos para reprimir a la población. Pero siempre encaminado al interés personalísimo y no colectivo.
Mi mejor referencia es el libro de Carlos Montemayor titulado “Guerra en el Paraíso” en donde relata las incursiones que realizó el ejército a la sierra para ubicar la guerrillera que comandaba el profesor Lucio Cabañas (1974) en ese entonces. Ahí, señala que todo el proceso de infraestructura carretera que se generó en la época no fue a raíz de un programa de desarrollo urbano o de planificación, sino más bien, para facilitar el acceso de las incursiones del ejército mexicano a las cabeceras municipales o comunidades en donde se detectaba movimiento de dicha guerrilla.
Por ello, resumo que nepotismo es igual a cacique y Cacique es igual a nepotismo. En Guerrero uno es igual al otro y/o el otro es resultado del otro. ¡Ustedes entienden!
Ese es el gran asunto, las visiones de nuestros gobernantes, resultado del cacicazgo y el nepotismo en Guerrero han contravenido la posibilidad de pasar de la visión arcaica de mantener el apellido por generaciones en el poder; a ponderar un perfil político que oriente el comienzo de la reactivación económica; la revalorización del sistema público, la reducción de la pobreza y la integración de modelos económicos como la relocalización pero con una clara estrategia de seguridad, productividad y crecimiento local.
Por ello, el mensaje que envía al país la doctora Claudia Sheinbaum tiene etiqueta y es para todos aquellos actores públicos o políticos en primera instancia de morena que moralmente debieron renunciar a pretensiones de aspirar cuando familiares de primera línea ostentaban u ostentan un cargo político. Al no ver respuesta, se vio obligada a regularlo de manera constitucional.
De esta manera este nuevo régimen político fortalece su confianza con la población que confió que en México la corrupción, el nepotismo y la injusticia serían situaciones del ayer .
Dijo una vez Anthony Hopkins: "El poder no cambia a las personas, solo les quita la necesidad de fingir. El justo protege, el ambicioso abusa, el inseguro se vuelve tirano. No es el poder el que corrompe, es el verdadero rostro de cada uno el que emerge cuando ya no hay miedo a las consecuencias."