José de la Paz Pérez /
Acapulco, 14 de abril de 2025.- Con el inicio de la temporada vacacional de Semana Santa, Acapulco, uno de los destinos turísticos más emblemáticos de México, se enfrenta a una problemática alarmante: el abuso en los precios por parte de prestadores de servicios turísticos.
Restauranteros y arrendadores de sillas, mesas y sombrillas han comenzado a imponer tarifas desorbitantes, lo que no sólo afecta la experiencia de los visitantes, sino que también pone en riesgo la reputación del destino.
Los turistas que llegan a Acapulco buscan disfrutar de sus hermosas playas y la calidez de su gente, pero se encuentran con precios que no reflejan la calidad del servicio.
En muchos casos, los costos de alimentos y bebidas en los restaurantes son exorbitantes, y el alquiler de sillas y sombrillas se ha vuelto una carga económica para las familias que solo desean relajarse y disfrutar de su tiempo libre.
Esta situación ha llevado a que algunos turistas opten por buscar alternativas en otros destinos, lo que podría tener un impacto negativo en la economía local.
Es inaceptable que quienes vienen a Acapulco a descansar y disfrutar de sus vacaciones sean objeto de abusos por parte de algunos prestadores de servicios.
La falta de regulación y supervisión en este sector ha permitido que se normalicen prácticas que perjudican tanto a los visitantes como a los negocios que operan de manera justa y ética.
Por ello, hacemos un llamado urgente a las autoridades municipales de Acapulco. Es fundamental que se implementen medidas de vigilancia y control para evitar que estos abusos continúen.
Se deben establecer precios justos y transparentes, así como sanciones para aquellos que intenten aprovecharse de la buena fe de los turistas. La protección del consumidor debe ser una prioridad, y es responsabilidad de las autoridades garantizar que Acapulco siga siendo un destino atractivo y seguro para todos.
Los turistas merecen disfrutar de su estancia sin temor a ser estafados. Es momento de actuar y asegurar que Acapulco sea un lugar donde la hospitalidad y el respeto prevalezcan.
La comunidad local y los visitantes se beneficiarán de un entorno turístico justo y equilibrado, donde todos puedan disfrutar de lo mejor que este hermoso destino tiene para ofrecer.